Una pareja swinger, en primera
persona
“Me molestaba más verlo besar a
otra mujer que la relación sexual en sí”, comenta Rebecca, de 40 años, una de
las protagonistas de la nueva serie Parejas Compartidas, que se estrena el
miércoles 14 de noviembre a las 23 horas por TLC. Aquí, los secretos de este
estilo de vida.
Ella tiene 40 años. Él, 50. Ambos
están en pareja desde hace años y, a puertas cerradas, viven su sexualidad a
pleno. Rebecca y Chris son swingers y son una de las cuatro parejas de la nueva
serie de TLC, Parejas Compartidas.
¿Cuáles son los requisitos para
ser swinger?
Rebecca: Yo diría que el
requisito de ser swinger es tener una relación de confianza y mucho amor, para
ser capaz de confiar en el otro mientras está con alguien más. Ese sería el
requisito principal: la confianza y el amor por la otra persona.
¿Siempre se da entre parejas, o
también hay personas solteras?
Rebecca: No, no siempre es par.
Hay hombres solteros y mujeres solteras que participan de este estilo de vida.
No necesariamente tiene que ser una pareja.
¿Quién propuso la idea la primera
vez?
Chris: Probablemente fui yo.
Hablamos mucho acerca de las fantasías y queríamos llevarlas a cabo. Rebecca
siempre tuvo la fantasía de estar con otra mujer, creo que eso fue lo que ayudó
a empezar. Y pensamos que uno de los clubes swingers sería un buen lugar para
hacer que suceda. Así empezamos. Como lo disfrutamos, quisimos probar más:
empezamos con intercambios “soft” [es decir, besar y hacer cosas como en la
escuela secundaria] y comenzamos a trabajar en nosotros mismos para hacer un
intercambio completo en algún momento. La pasamos muy bien. También nos dieron
algunos altibajos, pero la mayor parte fue buena.
Jon Sechrist (productor de la
serie): Para salir en defensa de Chris y de la mayoría de los hombres del
mundo, quiero aclarar que la decisión es tomada en pareja, porque es muy fácil
pensar que el hombre es el que empuja a la mujer para vivir este estilo de
vida. Desde mi experiencia con el elenco, esto es compartido. Es
definitivamente algo que se discute en el marco de la relación.
La otra pareja, ¿es un par de
extraños o son amigos?
Rebecca: Sí, las cuatro parejas
[que son parte del programa] somos amigas. Nos mantenemos en contacto, seguimos
involucrados en la vida de los otros y tenemos una amistad muy buena.
¿Cómo se manejan los celos?
¿Existe un poco de envidia? ¿Es algo frecuente?
Rebecca: Al principio, fue
difícil para mí ver a Chris con alguien más, verlo besar a otra persona. El
abrazo y el beso es donde, para mí, hay mayor conexión. La relación sexual en
sí no me molestaba tanto como verlo besar a otra mujer. Y eso es algo que tuve
que trabajar, ya que a Chris le gusta verme disfrutar de mi vida sexual con
otra persona. Nos aseguramos de que en todo lo que estuviéramos haciendo
hubiera un contacto: tocarnos, mirarnos el uno al otro. A pesar de que estamos
con personas diferentes, estamos muy involucrados con el otro, y eso ayuda con
los celos.
Chris: Estoy de acuerdo. Suena
como que va a ser pura diversión, pero cuando llega ese momento de la verdad
(sobre todo, la primera vez) hubo dolor y celos. Pero la gran clave es mantener
contacto visual y mantenerse en contacto con la pareja.
¿Alguna vez cruzaron la línea y
se enamoraron de alguien swinger?
Rebecca: Yo no crucé la línea ni
me enamoré de otra persona. Chris, lo mejor es que tengas la misma respuesta...
Chris: No, no lo hice. Una de las
cosas que acordamos es que, ante todo, lo haríamos con personas con las que no
tenemos una relación continua. Tenés que tener mucho cuidado porque, si no, las
cosas, los sentimientos y el sexo… Todo se empieza a mezclar y puede ser
confuso.
Jon Sechrist: Muchas de las
personas swingers ven a sus actividades sexuales como recreativas, como
diversión, como un hobby. Hay algunas parejas que son amantes de la cocina, que
disfrutan de salir a restaurante. Hay algunos que son amantes del cine, que
aman ir al cine. Muchas de las personas del elenco disfrutan del sexo como
recreación, no quieren desarrollar relaciones amorosas a largo plazo porque
tienen a su pareja y no están buscando el amor. Ese, en realidad, es otro tema,
el llamado poliamor: un amor grupal en el que hay, por supuesto, sexo. El
estilo de vida swinger se centra en el sexo por diversión y recreación. No se
trata de enamorarse de otras personas.
¿Cómo se puede saber si alguien
es swinger?
Rebecca: Una de las razones por
las que nos gusta ir a los clubes swingers es, básicamente, que todo el mundo
sabe que está ahí está tratando de cumplir esa fantasía. Conversamos y vemos si
estamos en la misma “página”. Entonces sólo tenemos que ir por ello.
Jon Sechrist: Es algo así: si sos
un fanático de los deportes, vas a un bar de deportes. Si sos swinger, hay
muchos clubes y actividades que los swingers pueden hacer para que los demás
sepan que tenés una mentalidad afín.
¿Cómo planean contarle a su hijo
sobre su estilo de vida swinger? ¿Cómo les gustaría hablar del tema con él?
Rebecca: Él está peligrosamente
cerca de la adolescencia: tiene 14 años. Chris y yo hablamos de esto y vamos a
ser lo más honestos posible. No creo que ahora tenga la edad suficiente para
hablar del tema. Creo que tiene que tener sus propias experiencias con el amor,
tener otras emociones en su haber antes de ser capaz de entender el nivel de
amor y confianza que tenemos en nuestra relación. Sin duda será algo que
hablaremos, pero esperaría a sus 18, 21 años.
Chris: Quiero agregar que no
tenemos ninguna actividad de este estilo de vida en nuestra casa. Siempre
salimos de la casa para esto. Nos gusta mantener nuestra vida de familia muy
separada de esto.
¿Por qué decidieron participar en
este programa de televisión?
Rebecca: Pensamos que sería una
buena experiencia dejar que todo el mundo vea y sepa que hay más gente haciendo
esto de lo que se piensa. Es un estilo de vida muy diferente, pero también muy
bueno.
Parejas Compartidas se filma en
Atlanta, una tradicional ciudad del sur de Estados Unidos que es, a la vez,
hogar de una comunidad de swingers. En cuatro episodios, el programa explora
los matices complejos de estas relaciones y la psicología detrás de este estilo
de vida, mostrando los problemas que enfrentan las parejas de swingers y cómo
hacen para mantener a sus familias, amistades y colegas al margen. Resaltando
la importancia de tener una buena comunicación y una relación de pareja sólida,
se sienten orgullosos de lo “normal” que logran funcionar en una sociedad que
rechaza su estilo de vida.
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