Consejos para evitar la monotonía
sexual en la pareja
Mantener “la llama encendida” del
amor después de años de convivencia es una tarea ardua, pero no imposible.
Especialistas advierten que lo más difícil es conservar la intensidad sexual,
no el amor cariñoso, tierno, que acompaña el devenir de los vínculos largos.
Consejos para recuperar la intensidad perdida.
Si en un principio la pasión
alimentó la intimidad y el origen de los proyectos en común, más tarde, con el
paso del tiempo y las contingencias vitales, da lugar a un sentimiento más
calmo, sin muchas estridencias, más aún si existen hijos, los cuales se llevan
gran parte de la atención y de las emociones.
Cuando son padres, las parejas
diluyen el amor del vínculo en el caudal de los sentimientos familiares. Sin
solución de continuidad, los roles sexuales se pierden bajo la figura de los
parentales ¡Y cuán difícil es descubrir al otro deseado bajo las capas del
quehacer cotidiano! La búsqueda de horizontes personales no sólo permitió a las
mujeres a salir de sus hogares, también contribuyó a modificar las estructuras
de ambos géneros.
Ellas debieron diversificar sus
actividades (autonomía, trabajo, hogar,
pareja, decidir postergar la maternidad); ellos tuvieron que ampliar sus
compromisos haciéndose cargo de tareas antes limitadas a las mujeres (ayudar en
los quehaceres de la casa y la crianza de los hijos). Juntos aprendieron que el
vínculo de pareja saludable debe ser simétrico (paridad, responsabilidad,
reciprocidad).
No obstante los cambios, muchas
parejas caen en la monotonía y en la rigidez de las acciones. Creen que “la
costumbre” de estar juntos impide cualquier innovación. Los argumentos son
meras excusas involuntarias: “ya somos grandes”, “tenemos una vida hecha ¿qué
más podemos hacer?” o la frase clásica y bien directa: “no me jodas, así
estamos bien”. Aferrarse a una creencia inamovible, justificar la impasividad,
es una defensa para que nada nuevo suceda.
Y en esto los hombres son más
proclives que las mujeres. Después de los cincuenta los hombres se apoltronan
en sus mundos personales cercenando cualquier atisbo de cambio. Y si lo hacen
argumentan: “lo hago por vos”.
Ellas desean recuperar algo del
amor perdido y ellos prefieren “no innovar”.
La influencia de los medios de
comunicación favorece al cometido. Con sólo mirar Sex and de City o leer la
infinidad de manuales de autoayuda (dirigidos a un público mayoritariamente
femenino) nos daremos cuenta de que son ellas las que deben salir a la palestra
para salvar sus alicaídas parejas.
Las mujeres tienden a compartir
sus problemas maritales con sus amigas íntimas o averiguan cuáles pueden ser
las mejores opciones de ayuda. A veces la propuesta llega en forma de
invitación para ir al cine, al teatro, a comer, con la esperanza de que el
encuentro podría prolongarse en un hotel; otras se animan a decir: “busquemos
ayuda en un terapeuta”. Y así es posible comenzar a recorrer un camino que
puede ser esperanzador.
Consejos para recuperar la
intensidad perdida
* Defender la intimidad de pareja
* Siempre es posible generar un
espacio para estar juntos
* No dejar que la rutina ocupe
los lugares del amor y el sexo
* No perder la comunicación
profunda
* Mantener las caricias, la
ternura, los mensajes de cariño
* Abrazar, tocar, insinuar,
prolongar el encuentro erótico
* No dejar que el paso de los
años nos apoltrone
* Mantener una buena relación con
nuestros cuerpos
* Generar cambios, variantes,
optar por nuevos espacios para el sexo
* No dejarse llevar por mitos o
creencias erróneas sobre la vejez
* Pedir ayuda profesional
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