Saca el sexo del cuarto
Cambiar de escenarios para hacer
el amor es una alternativa que los sexólogos sugieren para romper la rutina. La
frase “el hombre (o la mujer) es un animal de costumbres” no le hace nada bien
a la vida sexual. Así que… ¡Anímate a explorar!
Mantener la intensidad del
encuentro erótico es una tarea que requiere ser tenida en cuenta. La vida
sexual es sensible a las nuevas experiencias y se enriquece con ellas, pero también se acostumbra fácilmente a las formas
de relación, sobre todo si estas “funcionan” a la hora de hacer el amor.
Muchas parejas suponen que
incluir variantes podría romper la magia de lo hasta ahora conseguido, o bien
que no son necesarias para acceder a otros niveles de placer. Entonces, se
ajustan a lo conocido. Otras, en cambio, no se animan a plantear variedades por
inhibiciones personales o por temor a cómo podría reaccionar el otro.
No siempre existe el mismo grado
de apertura para hablar, proponer, o disfrutar del sexo con libertad. Aun así,
las personas se animan más que antes a romper con la rutina y a probar
distintas alternativas. Tomar la iniciativa para salir de la cama y explorar
otros sitios para el placer puede ser una aventura excitante.
Algunas variantes
1) En el edificio. El ascensor es
un buen lugar para dar comienzo al juego erótico. También los balcones,
jardines y terrazas son sitios a explorar.
2) Sobre la lavadora. Sentarse
arriba de este electrodoméstico mientras hace el centrifugado incrementa la
excitación, como sucede con cualquier objeto que vibre. De ahí que existan
camas con distintos niveles de movimientos.
3) Al aire libre. Es muy
placentero, tanto de día como de noche. Se convierte en fuente de goce por la
amplitud del espacio, la vivencia de libertad y las sensaciones que provocan
los estímulos naturales cuando actúan sobre los cuerpos desnudos.
4) El clásico: el hotel
alojamiento. Por las connotaciones de "trampa" u ocultamiento,
algunas mujeres los rechazan, pero de todos modos son la alternativa más
buscada fuera de casa. Ofrecen distintas opciones, algunas simples y
económicas, y otras con más servicios, como una cena, el jacuzzi o el pernocte.
5) El auto. Es uno de los
preferidos de los hombres, que suelen excitarse por el riesgo.
6) El baño de un boliche. Al
igual que el punto anterior, está entre los favoritos masculinos. Es posible
que en ellos las fantasías voyeuristas, es decir, la probabilidad de ser visto
por otros, incremente la jactancia, uno se los aspectos de la virilidad.
7) Sólo para atrevidos. Otros
prefieren indagar en lugares oscuros, pero concurridos, o en sitios desolados
como obras en construcción o terrenos baldíos. Aclaremos que los medios urbanos
cuentan con más alternativas que los rurales, donde la naturaleza y la
intemperie sirven muchas veces de testigo.
8) Bien apretados. Los lugares chicos,
como el closet, el elevador o el lavadero, son variantes a explorar, aunque es
raro que una pareja que tenga otras opciones cómodas opte por ellos. Sirven
para casos de “urgencias”.
9) Cualquier rincón de la casa.
Hay sitios que rompen con los lugares conocidos, como el baño (se puede
compartir la ducha o un baño de inmersión), la cocina (sobre la mesa o apoyados
en la mesada) y el sillón del living.
10) En el cuarto… ¡Pero renovado!
El dormitorio ha sido el lugar clásico por excelencia y podría tener muchas
nuevas opciones, sobre todo cuando cuesta dejarlo. Podemos convertirlo en un
espacio sugerente con luz tenue, colores cálidos y una melodía envolvente. Otra
propuesta para el cambio es animarse a ver juntos una película erótica.
Hay muchos lugares que quedan más
en el terreno de las fantasías, porque son difíciles de acceder. Un claro
ejemplo es el baño de un avión.
En todos los casos, hay que saber relajarse y "abrir
los poros a lo nuevo". Estamos tan habituados a hacer el amor en los
mismos lugares, con los clásicos objetos que sirven de marco al encuentro, que
nos cuesta abrirnos a nuevas opciones.
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