Vanity Wonder: la mujer con los
glúteos más grandes del mundo
Según informan, la mujer invirtió
15 mil 500 dólares en implantes y en inyecciones para aumentar el tamaño de su
trasero.
Hay quienes dicen que las
cirugías plásticas son como los tatuajes: una vez que te haces uno, quieres
otro y otro hasta que tu cuerpo esté cubierto de una infinidad de dibujos; sin
embargo, las cirugías se pueden convertir en un peligro para quienes se
convierten en adictos al bisturí.
Un desperfecto aquí, otro acá,
siempre existe un pretexto para tener un encuentro con el quirófano. La belleza
se convierte en el peor de todos los enemigos... ¿Cuántas veces no hemos visto
a personas que no se cansan de meterse silicón o que están obsesionadas con la
juventud?
Casos tenemos muchos, como el de
la actriz argentina, Sabrina, quien simplemente vive obsesionada con tener
grandes senos, o Ninel Conde, quien se ha hecho múltiples cirugías con el único
pretexto de lucir perfecta.
Un caso que está dando la vuelta
al mundo es el de Vanity Wonder, una mujer que se obsesionó con sus glúteos y
se sometió a un gran número de cirugías con el único propósito de obtener un
trasero grande y perfecto... ¿Lo logró?
El sitio periodicocorreo.com, te
trae su historia: Vanity Wonder se inyectó por primera vez silicona en el
trasero, en 2006, y cree que ni siquiera era silicona, sino aceite de soya. En
ese entonces, el negocio de las clínicas estéticas ilegales era muy secreto.
"Entonces todo era silencio,
silencio, silencio. Había que buscar para encontrar éstas cosas. Ahora,
cualquier persona se inyecta con lo que compra en el supermercado de la esquina
o en la gasolinera", declaró Vanity.
La mujer, madre de dos niñas, ha
contado en el libro Shot Girl, que se convirtió en ayudante de una de esas
clínicas ilegales, donde hacen este tipo de tratamientos.
Allí vio toda clase de pacientes,
desde una joven de 17 años llevada por una madre orgullosa hasta señoras de
gafas bifocales y con dentaduras postizas.
"Mucha gente cuenta tantas
mentiras sobre las mujeres que se ponen inyecciones de silicona ", explicó
Wonder. "Es como algo secreto. Me decidí a contarle a la gente, en lugar
de dejarlos adivinar. "
La mujer no ha escrito un libro
crítico, sino explicativo, para que no se generalice sobre estas chicas que
deciden modificar su cuerpo y las razones que las impulsan, arriesgando,
incluso, su salud.
"No es, como muchas personas
creen, porque están tratando de complacer a un hombre, o porque se deprimen
profundamente. No hay ninguna razón común. Algunas mujeres se inyectan porque
lo hacen todas las demás. Hay un montón de razones", explicó.
Vanity Wonder asegura que se
siente satisfecha con su cuerpo, aunque ya dejó esta adicción. "No es que
me sienta feliz, pero me miro en el espejo y me encanta esto que soy",
dice. "No he ido a prisión, tengo mis brazos y piernas. No he muerto a
causa de esta estupidez que he hecho".
Vanity asegura que ha gastado
mucho dinero en "embellecer su trasero": 15 mil 500 dólares
invertidos en implantes e inyecciones, para aumentar el tamaño de sus nalgas.
De hecho, en el libro Shot Girls
revela todos los detalles de sus cirugías y todo lo que ha pasado.
Wonder, que ha dejado de acudir
al mercado negro de la cirugía, aseguró que se siente feliz con el resultado,
aunque también reconoce que es una persona afortunada, pues no le ha pasado
nada a pesar de haber arriesgado su vida tantas veces con la cirugía ilegal.
Cabe señalar que el hecho que
Vanity, hasta el momento, no haya presentado problemas de salud por la serie de
sustancias que se inyectó, no significa que está libre de sufrir algún tipo de
infección; por ello siempre es importante acudir con médicos certificados por
la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, si ya
has decidido cambiar tu físico con implantes.
Por otro lado, el sitio victimasmalaestetica.com enlista
algunos consejos de cómo prevenir las malas cirugías. Según expertos, en las
intervenciones estéticas el peligro es muy alto si no se tienen en cuenta
ciertas recomendaciones.
1. Quien se somete a una cirugía estética debe tener más que
valor para soportar el dolor y las molestias del postoperatorio.
2. Lo ideal es que el paciente conozca los riesgos que
corre, verifique las condiciones del lugar en donde se va a practicar y no
exponga demasiado su cuerpo.
3. Una estrella azul en el sitio donde se va a hacer la
cirugía indica que está certificado por la Secretaría de Salud, sin embargo,
hay otros requisitos que deben cumplir para funcionar.
4. Las cirugías estéticas están catalogadas como
ambulatorias dentro de la reglamentación, pero muchas de ellas exceden esta
condición.
5. Para corregir la flexibilidad en la norma, la Secretaría
Distrital de Salud alista una propuesta ante el Ministerio de la Protección
Social para que no se realicen cirugías complejas en los lugares destinados a
hacer operaciones menores y de esta forma reducir los riesgos para el paciente.
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