sábado, 15 de septiembre de 2012

UN CURA QUE SE ARREMANGABA LA SOTANA


‘Un pecado descender de Hidalgo’

Cuenta una de las choznas del Padre de la Patria que sus antepasados tenían miedo de hablar sobre el parentesco
  
Ya no es un mito que el cura Miguel Hidalgo y Costilla tuvo hijos; VANGUARDIA publicó la entrevista con el descendiente de uno de ellos, quien asegura nunca haber sentido pena en asegurar ser heredero de un sacerdote. Caso distinto es el de los descendientes de otra de las mujeres del Padre de la Patria, quienes tenían miedo hablar de ese parentesco.

“Mi mamá era muy católica y sentía como una afrenta que un cura hubiera tenido hijos. Para ella era un pecado, una vergüenza… nos contaba con mucha reserva. Era difícil aceptar que fuéramos descendientes del cura Hidalgo porque se supone que ese estado es muy especial que no podría tener matrimonio ni relaciones”, declaró María Esther Vázquez, descendiente de Miguel Hidalgo, durante una entrevista al medio de información nuevoleonés.

En el encuentro que otorgó a VANGUARDIA Jorge Arturo Hidalgo Toledo, descendiente de Lino Mariano Hidalgo, primogénito hombre del cura Hidalgo con Manuela Ramos, también se habló de las otras dos mujeres con quienes tuvo hijos el héroe de la Independencia: Josefa y Bibiana.

De quien más habló, incluso mostró documentos, fue de la familia que hoy en día lleva el apellido Vázquez Mendoza, los cuales son los únicos a los que la autoridad de Guanajuato les han reconocido en dos ocasiones, de forma oficial y pública, el parentesco con Miguel Hidalgo.

Jorge Arturo dice que los Vázquez Mendoza descienden de Josefa Quintanar Castañón, con quién sólo tuvo dos hijas, María Hidalgo Quintanar, quien muere en su adolescencia y por tanto no tuvo descendencia, y Micaela Hidalgo Quintanar.

“Si te fijas bien, esta familia de que te platico no lleva el apellido Hidalgo, sino Vázquez Mendoza, y es porque, ya habrás adivinado, ellos descienden de una mujer, de una hija de Hidalgo, que por cuestiones de cómo se llevan los nombres en México, pues no les pudo heredar el apellido”, señala Jorge Arturo.

Luego muestra lo que él tiene del árbol genealógico de esa familia, donde Micaela, la hija de Hidalgo, se casó con Julián Mendoza, con quien tuvo varios hijos, de los cuales sabe de una primera mujer de nombre Ignacia, que murió sin tener descendencia.

Del otro hijo que conoce Jorge Arturo es de Francisco Mendoza Hidalgo, que siguió los pasos de sus antepasados, pues tuvo tres mujeres, como su abuelo Miguel y su bisabuelo Cristóbal. Fruto de esos tres matrimonios tuvo ocho hijos; de ellos se desconocen actuales descendientes.

Sin embargo, según el árbol genealógico de las autoridades de Guanajuato, de ninguno de estos dos desciende la familia Vázquez Mendoza, sino de otra de los nueve hijos de ese matrimonio. Se trata de una segunda mujer a quien llamaron también Ignacia y que fue madre de Julián Mendoza, el cual se casó con María Refugio Zamora Palacios.

De este matrimonio nacieron tres hijos: José Justino, José Carmen, y María Juliana Mendoza Zamora. Esta última se casa con Víctor Vázquez, y son ellos los padres de Rodrigo, Enedina, Mercedes, María, María Dolores, Germán, María Esther, Víctor y Esperanza Vázquez Mendoza, algunos de los cuales aún viven, y que en dos ceremonias oficiales fueron reconocidos como descendientes de Hidalgo.

Con documentos

La primera vez fue en 1985, cuando se conmemoró el 175 aniversario de la Guerra de Independencia, cuando el mismo Secretario de Gobierno Federal, que en ese entonces era Manuel Bartlett, asistió a una ceremonia en el pueblo de Corralejo, en el estado de Hidalgo, donde se reconoció públicamente a la familia Vázquez Mendoza.

En aquel entonces, fue el investigador José García Juárez el responsable de reunir y presentar las pruebas genealógicas obtenidas de partidas bautismales, con las que comprobó que Rodrigo, Enedina, Mercedes, María, María Dolores, Germán, María Esther, Víctor y Esperanza Vázquez Mendoza, como descendientes del Padre de la Patria.

Posteriormente, en el 2005, cuando se celebró el 252 aniversario del natalicio de Miguel Hidalgo y Costilla, la Presidencia Municipal de Guanajuato organizó un evento en el Museo de la Independencia, donde se volvió a reconocer públicamente a la quinta generación de los descendientes del cura Hidalgo.

En esa ocasión sólo asistieron a recibir el homenaje los hermanos María Dolores, Mercedes, María Ester, Esperanza y Víctor Vázquez Mendoza, quienes nuevamente recibieron documentos oficiales de tal reconocimiento.

Actualmente algunos de ellos, que todavía sobreviven, han estado dando entrevistas a diferentes medios de comunicación nacional e internacional, con motivo del Bicentenario de la Independencia, incluso se les tomó testimonio para el libreto de algunas de las películas que se han filmado sobre la vida de Hidalgo y que son exhibidas en los cines de todo el país.

La familia perdida

Según los historiadores, existe una tercera mujer con quien procreó hijos el Padre de la Patria, de la cual se sabe poco, por lo que se desconoce si actualmente existen descendientes que vivan y que además, sepan que su antepasado es el cura Hidalgo.

De lo que se sabe, el mismo Jorge Arturo Hidalgo Toledo nos platica: “Si hubo otra mujer, se llamaba Bibiana, y se dice que la conoció allá por 1789, con ella dicen los historiadores que sólo tuvo un hijo, pero la verdad esa rama de la familia se pierde en la historia”, señala.

A quien se refiere es a Bibiana Lucero, una señorita que conoció en las representaciones de teatro que organizaba el cura en sus ratos libres, y de quien se enamoró. Con ella tuvo a Joaquín Hidalgo y Costilla Lucero, quien se casa con Soledad Quijada con quien tiene un hijo, Agustín.

De Agustín Hidalgo Quijada, nieto del cura Hidalgo, se sabe que contrajo nupcias con Soledad Marroquí, pero su rastro se pierde con el tiempo, existiendo sólo destellos de su posible linaje.

Hay historiadores que cuentan que algunos de sus descendientes llegaron a acudir ante Porfirio Díaz para solicitarle ser reconocidos como herederos de Miguel Hidalgo, para que se les reconociera algún grado militar (ya que eran soldados de profesión), además de una pensión en reconocimiento a su linaje. Se desconoce si se les entregó tal pensión.

Finalmente, lo último que los historiadores saben es que el otro hijo de Hidalgo, don Joaquín, murió en la Ciudad de México, de 94 años, en la casa 17 de la calle Lerdo, en el Centro Histórico.

Mientras tanto, los herederos de su apellido permanecen anónimos, como lo hicieron por décadas los descendientes de Lino Mariano, el primer hijo varón, y Micaela, ambos engendrados por Miguel Hidalgo y Costilla con dos mujeres distintas, Manuela y Josefa. De los de Bibiana posiblemente se llegue a saber algo durante los festejos del tercer centenario de la Independencia, quizá antes.

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