Hazle el amor, no el porno.
Deja a un lado las palabras, que
tu cuerpo hable por ti. Sorpréndela con tus actitudes, tu ropa, tu olor, sé lo
que ella desea para que la tengas rendida a tus pies
A lo lejos ves a una mujer que ha
robado tu atención. Lo primero que pasa por tu mente es encontrar la forma para
que ella voltee a verte y se dé ese intercambio de miradas que de comience al
cortejo...
Es ahí en donde muchos
fracasamos, en donde caemos derrotados y nuestras aspiraciones de "Don
Juan" muchas veces se ven truncadas por la exageración de nuestras
palabras; hay cosas que hoy ya no van, por ejemplo, si estás en un bar no
llegues y trates de recitarle un poema, evítate la pena de ser bateado y mejor
cambia la estrategia, hoy las mujeres buscan que los hombres sean frontales y
sin tantos rodeos.
Hoy para cortejar a una mujer se
pueden omitir las palabras, y sustituirlas por comportamientos que tanto les
agradan a las féminas, pequeñas cosas que harán que ellas caigan rendidas a tus
pies.
El sitio de la revista
menshealth.es da algunos tips para aquellos que desean ligarse a alguna chica
sin aventar rollos mareadores que les bajan el sol, la luna y las estrellas.
Que hable tu estilo. Cuando eres
una incógnita, la ropa habla. Tu forma de vestir es una especie de carta de
presentación: se planta en el inconsciente de la chica y le dice qué clase de
hombre eres. Regla de oro: no hay una segunda opinión para una primera
impresión. Actúa en consecuencia.
Hazte dueño del espacio. Lo
sentimos, pero una postura rígida, como si acabaras de salir del gimnasio, no
funciona. Suéltate, ocupa espacio con tus brazos y piernas. Y muévete despacio.
Transmitirás sensación de seguridad, de que te encuentras bien en cualquier
situación.
Mantén el contacto visual. Cuando
te acerques a una chica, no le quites el ojo. Literalmente. Mantén el contacto
visual en todo momento. Pocas cosas reflejan la inseguridad y el miedo de una
forma tan rotunda como una mirada huidiza. Un hombre inseguro es un hombre
vencido. Regla de oro, siempre mírala a los ojos.
Sonríe, caballero. Olvídate del
gesto tipo Clint Eastwood. La vida real no es una película de Sergio Leone; así
que apóyate en una media sonrisa. Matarás dos pájaros de un tiro: rompes el
hielo y te muestras a gusto con la situación. Ni se te ocurra sonreír en todo
momento. Es poco natural. Y cansa.
El poder de las manos. Son muchos
los estudios que demuestran el poder del contacto físico. Un toque gentil entre
el hombro y el codo al inicio de la conversación refuerza la cercanía y
facilita la conversación. Rompe el muro que se suele levantar en un primer
encuentro.
Esencia de ti. La fragancia es
esencial. Por pura física: si hueles bien, ella querrá acercarse más a ti.
Desde aquí te aconsejamos así que no dudes en usar una rica loción a la hora de
acercarte a tu chica.
Habla despacio. Es uno de los
clásicos de una primera cita. Vencidos por los nervios, solemos hablar más de
la cuenta. No es que uno se ponga a revelar secretos íntimos, es que te lanzas
y no paras de hablar...
Solución: baja el ritmo, deja que
ella también se exprese. Demostrará experiencia por tu parte y dejará claro que
te interesa más allá de lo físico.
Sé el amante y bandido. Cuando
estas en la primera cita, siempre es bueno ser un poco sin vergüenza y pícaro
para que ella se sienta más atraída, deja de ser tan empalagoso a las mujeres
les gusta que los hombres.
Punto débil. Todas las mujeres
tienen un punto débil que hará que se derrita encuentra cuál es y ella quedará
rendida a tus pies.
Simula una retirada. Para ser un
seductor finge indiferencia al notar que ella empieza a mostrar interés. Ellas
también suelen utilizar este truco. Esto hará que ella se acerque más y más a
ti.
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