Los glúteos
Siempre que hagas comentarios
agradables acerca de su trasero mientras juegas con él, considéralo una zona
certera para el preámbulo a hacer el amor. Cuando ejerces presión en el trasero
de tu pareja estás empujando su área pélvica hacia delante, lo que ejerce
placentera presión en su pelvis.
Puedes darle suaves palmadas, a
un ritmo acelerado con las palmas o costados de tus manos. También puedes
practicar otro tipo de estímulo erótico como mordisquear sus glúteos, lo que
quiere decir acariciarlos con los dientes, no romperle la piel.
El Punto G
No te apresures a penetrarla con
tus dedos. Sólo si el acceso resulta fácil, coloca tu dedo dentro de su vagina
con la palma de tu mano hacia arriba y muévelo como lo harías si estuvieras
llamando a alguien con el dedo para que se acerque. Así estarás acariciando la
parte interior de su vagina.
Esta zona, conocida como el Punto
Grafenberg o Punto G, comienza a ponerse rugosa, a hincharse y palpitar. Eso
significa que le gusta lo que estás haciendo.
La parte interior de los muslos
Piensa en el interior de sus
muslos como el pasadizo a sus órganos sexuales. Al masajear la parte interior
de sus muslos los labios vaginales se mueven, lo que a su vez estimula su
clítoris.
Su excitación aumenta con la
expectativa, así que excítala, después aléjate un momento. Utiliza objetos
inusuales, como ponerte un guante de piel, o prueba colocar un vibrador entre
sus muslos para acelerar su pulso.
Los Pies
Los pies y dedos de los pies están
llenos de terminaciones nerviosas, lo que los convierte en una de las zonas más
sensibles de su cuerpo. Desliza una prenda de seda entre sus dedos y por sus
pies.
Vierte miel sobre sus pies de
modo que le haga cosquillas entre los dedos, luego lámela moviendo la lengua
para arriba, para abajo, y de costado.
La ingle
Con la palma de tu mano presiona
toda su zona genital, alterando tu ritmo y presión. Luego imagínate un reloj:
Con su clítoris a las 12, coloca tus dedos a las 4 y a las 8, donde se encuentran
nódulos nerviosos muy sensibles. Acaríciala con movimientos circulares y
lentos.
Gradualmente estimúlala más
directamente a ambos lados del clítoris. Luego desliza tu lengua de las 6 a las
12, pasando por encima del clítoris. Luego coloca tus labios alrededor del
clítoris y disfrútalo.
El perineo
Todo lo original es excitante. La
zona entre el ano y la vagina (el perineo) es normalmente territorio
inexplorado, por lo que aventurarse hacia ahí es tan excitante. Además, el
perineo está lleno de terminaciones nerviosas, ya que es de la misma piel que
los labios vaginales. Aquí puedes acariciarla suavemente de arriba abajo.
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